lunes, 11 de noviembre de 2013

El duende y el niño

50 centímetros sobre el piso eran suficientes para que se sintiera poderoso
Tez verde, vestidos rojos, zapatos de cuero, hebilla de metal, un aspecto muy gracioso
Panza en forma de pera, nariz respingadita que duendecito más curioso
La ra,      la  la  la,      la  la  la  la  la  la raaa, la  la  la,   la  la  la  la
A la luz de la luna entonaba nuestro amigo un soneto más bien lujoso
Que le inspiraba a concentrarse, no hay un duende más laborioso

Se pierde en las profundidades del bosque mientras su carretilla empuja sudoroso
Los pajaritos se unen al coro y contagian de alegría el verde paisaje boscoso
Que le sirve de fondo a esta historia de un duendecito  bondadoso
Una fría noche de Diciembre descubre en un sitio misterioso
Un  pórtico  de madera  que recuerda a un cerezo frondoso

El atrevido duendecillo empuja con sus manos de aspecto jocoso
La puertecilla  que le conduce  a aquel  espacio ruidoso
Se esconde detrás de una superficie de color escandaloso
Escucha gemidos escondidos y de sonido doloroso
Y por primera vez nuestro duende se siente menos ostentoso
Pues tiene enfrente a un pequeño con lágrimas y sollozo

100 centímetros sobre el piso no son suficientes para sentirse poderoso
Nuestro chiquillo es un niño pobre, triste y  muy miedoso
Todas las noches tiene frío y sueña con manjares deliciosos
Llora por compañía e implora por un ambiente caluroso
Caluroso de cariño, cálido y afectuoso…
El duende se detiene, no escucha más el sollozo
El pequeño ha caído en un sueño, uno en donde es muy goloso

Con sus diminutos zapatos de cuero se acerca un poco dudoso
Para arropar al chiquillo y arrullar sus anhelos majestuosos
La ra,      la  la  la,      la  la  la  la  la  la raaa, la  la  la,   la  la  la  la
Entona el soneto que al emanar de su boca vuelve a sonar pomposo
En su sueño el  pequeño danza, juega y canta valeroso

Acude todas las noches a su cita con el pequeño maravilloso
Entona una canción de cuna y narra un cuento chistoso
Para al niño animar  en medio de sueños gloriosos
Lleva consigo manzanas, peras y ramas del bosque frondoso
Cubriendole con ternura y dándole un ambiente caluroso
Caluroso de cariño, cálido y afectuoso…




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